El posible inconveniente de «sobrecargar» nuestros teléfonos -dejarlos enchufados cuando están totalmente cargados- puede reducir la eficiencia de la batería con el tiempo.
Pero, ¿qué pasa con el impacto en el cargador? Dejar el cargador constantemente enchufado a la toma de corriente, ya sea detrás de la cama o junto al sofá, podría costarnos dinero o suponer un riesgo para la seguridad.
Ha habido numerosos casos de teléfonos que se han incendiado o han explotado mientras se cargaban. Además de utilizar un cargador auténtico, es esencial asegurarse de que nada cubra el teléfono mientras se carga, para que el calor generado pueda dispersarse de forma segura.
Por desgracia, utilizar un teléfono mientras se carga puede ser peligroso para el usuario, como demuestra el caso de una adolescente estadounidense de 13 años cuya madre observó unas marcas rojas distintivas en el cuello de su hija después de que se quejara de dolor. Las quemaduras eran graves, por lo que su madre la llevó al médico.
