Durante 70 años, la taza permaneció en el museo de Auschwitz. Recientemente, la parte inferior de la taza se pudrió y se encontró allí un alijo

HISTORIAS DE VIDA

Los campos de concentración nazis dejaron una profunda cicatriz en la historia de la humanidad, que aún tarda en curarse. Buchenwald, Dachau, Auschwitz y otros campos de concentración fueron el lugar de una muerte terrible para innumerables personas. La mayoría de ellas ni siquiera sabía adónde las llevaban. No tenían ni idea de que estaban condenados. Los nazis decían que sólo los deportaban.
No se les permitía llevar consigo ninguna pertenencia. Los nazis registraron a todos minuciosamente. Todo lo que encontraban se lo llevaban inmediatamente. Así que la gente intentaba esconder sus cosas más valiosas de la forma más segura posible. La gente tenía la esperanza de que finalmente serían liberados.En los campos de concentración se dejaron muchas cosas de los prisioneros muertos. Estos objetos se han convertido en piezas de museo. Sin embargo, incluso ahora estas cosas nos hacen preguntarnos y llorar por los millones de vidas torturadas.
Durante más de setenta años, el anillo y la cadena de oro de una mujer habían permanecido en un compartimento oculto bajo el fondo de una taza de metal. El descubrimiento fue accidental. Con los años, el fondo de la taza se había podrido. Cuando uno de los trabajadores del museo tomó la taza en sus manos, se dio cuenta de que tenía un doble fondo. Así se reveló la tragedia del hombre, oculta a los ojos humanos durante mucho tiempo.Lo más probable es que la taza perteneciera a uno de los prisioneros del «campo de exterminio», que nunca salió vivo de los barracones de Auschwitz. Escondió los objetos de valor con tanta habilidad que los nazis ni siquiera pensaron que la taza pudiera tener un secreto.

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