Cualquiera que haya estado alguna vez junto al océano sabe que puede ser impredecible. Una cosa que nunca hay que subestimar es la marea; puede ser traicionera si te encuentras en el lugar equivocado en el momento equivocado.
La marea puede sorprender y tragarse a personas y animales en cuestión de segundos, y en algunos casos puede provocar una muerte lenta y cruel. Esto fue casi lo que le ocurrió a un caballo de 18 años llamado Astro.
La propietaria de Astro, Nicole Graham, y su hija paseaban con sus caballos por la playa cerca de Geelong, al sur de Melbourne (Australia). La hija de Nicole y su caballo consiguieron escapar, pero Astro y ella se hundieron aún más en el fango. 
Astro pronto estaba lleno de barro hasta el cuello y corría el riesgo de morir asfixiado. Nicole pasó tres horas al lado de Astro en una batalla a vida o muerte.
Cuanto más tiempo pasaba Astro en el barro, más desesperada se volvía la situación. 
Durante ese tiempo, Nicole tuvo que mantener tranquilo a su caballo de 450 kg para evitar que se hundiera más en el barro. 
Al cabo de tres horas, Astro estaba a punto de asfixiarse y se enfrentaba a la posibilidad de morir de sed y fatiga. Además, la marea estaba subiendo.