Mucha gente recuerda cuando entraba en la cocina, encendía la luz y veía insectos correteando por los rincones. Parecía que las cucarachas eran parte integrante de la vida. La razón principal de la aparición de tan desagradables «vecinos» eran las migas de pan que quedaban en la mesa o en el suelo. Había algo de verdad en esto, pero los ágiles insectos aparecían incluso en las casas impecablemente limpias de amas de casa diligentes.¿De dónde vienen las cucarachas?
La forma más fácil de tener una «mascota» es traerla accidentalmente a casa. Hay muchas opciones: del trabajo, del mercado, de una tienda o incluso de un amigo que viene de visita. Si tienes la suerte de traer un macho, hay menos problemas: correteará por ahí, no encontrará pareja y morirá en algún rincón o acabará debajo de una zapatilla. Las cucarachas también pueden venir «solas» si la comida de la casa está mal envasada y es fácilmente accesible. Por cierto, esto explica por qué las cucarachas se sentían tan cómodas en los apartamentos soviéticos: en aquella época simplemente no existía el polietileno, y los envases al vacío eran raros. La comida envuelta en papel es un auténtico paraíso para los insectos.
Así que los «compañeros de piso» también vinieron a mí.
Ni siquiera pensé que la historia de las cucarachas de mi infancia pudiera repetirse. Quizá creí en las fábulas antaño populares de que, con el desarrollo de la tecnología informática, las plagas habían abandonado nuestros hogares para siempre.