El príncipe Harry y Meghan Markle anticiparon una vida sin preocupaciones en la soleada California, pero parece que las cosas no salieron así.Cuando decidieron dejar atrás Gran Bretaña e instalarse en Estados Unidos, esperaban empezar de cero. Sin embargo, se enfrentaron a toda una serie de retos, uno de los cuales fue su incapacidad para hacer amigos y el sentimiento de nostalgia de Harry. Al parecer, echa de menos su antigua vida y a sus amigos de su tierra natal.Según el experto en realeza Tom Quinn, Harry ha estado buscando una casa en Gran Bretaña para tener un lugar donde alojarse cuando visite a su familia, con la que no mantiene buenas relaciones desde que abandonó sus obligaciones reales.
El año pasado, Harry impugnó la decisión del Ministerio del Interior de recortar su protección de seguridad durante su estancia en el Reino Unido. Tras su salida de la vida real, el Comité Ejecutivo Real y VIP (RAVEC) le retiró la protección policial automática. Además, su oferta de pagar su propia seguridad fue rechazada porque la policía británica no podía contratarse de forma privada.
El Duque añadió: «No puedo poner a mi esposa en peligro de esa manera y, dada mi experiencia en la vida, soy reacio a ponerme yo también en peligro innecesariamente».